A pesar de que la economía de gigante asiático está estrechamente vinculada con la economía mundial en términos comerciales, ya un tercio del volumen del PIB chino procede de las exportaciones, China ha conseguido en los dos últimos años reactivar gradualmente su economía. En consecuencia, la contribución de la demanda externa neta al crecimiento chino se situó en 1,2 puntos porcentuales.
De este modo, el crecimiento del PIB real se moderó hasta el 9 por ciento en 2008 frente al 13 por ciento de 2009
Por lo tanto, tras la eclosión de la crisis internacional, a finales de 2008, la rapidez y contundencia de las respuestas de política y el intervencionismo del estado permitió reasignar los recursos rápidamente.
Por otro lado, en cuanto a la transmisión de la crisis a través del canal financiero se puede afirmar que la influencia ha sido escasa o poco relevante debido a la baja exposición exterior de la banca.
las respuestas en política económica
La respuesta económica del gigante asiático se fundamentó en tres pilares:
-el apoyo a las exportaciones
-el relajamiento de las condiciones monetarias y financieras
-un programa de estímulo fiscal.
En cuanto a las medidas que se orientaron hacia el sector exportador cabe destacar la detención de la apreciación del renminbí con respecto al dólar, que coincidió con la apreciación de la moneda estadounidense y se aumentaron las deducciones del IVA de algunas exportaciones, deducciones que a partir de septiembre de 2008 se extendió a otros bienes de consumo diario.
La política monetaria se cambió en cuanto se desató la quiebra de Lehman Broters., a mitad de septiembre de 2008 y su objetivo fue promover la reducción paulatina de la inflación. Los instrumentos que se utilizaron fueron los recortes de los tipos de referencia de préstamos y depósitos, y la reducción del coeficiente de reservas bancarias. Pero hay que mencionar, que los tipos de interés reales se disminuyeron muy poco si se comparan con las medidas llevadas a cabo por las economías emergentes. Esto fue porque la inflación se corrigió rápidamente y como consecuencia la eliminación d elos controles crediticios se tradujo en un aumento del crédito.
El plan de estímulo se anunció en noviembre de 2008 con el objetivo de dinamizar la demanda interna y restaurar la confianza. Se orientó al desarrollo de infraestructuras, el apoyo al sector inmobiliario y la subvención de bienes de consumo duradero, aunque desde marzo de 2009 estas medidas también se orientaron al gasto al gasto social en salud y educación. Esta medida popular ayudó a los millones de campesinos que viven en las zonas rurales de gigante asiático a comprar televisores, neveras o lavadoras.
“El proyecto, que beneficiará a los más de 900 millones de campesinos chinos, tiene por objetivo estimular el consumo en las zonas rurales para aumentar la demanda nacional en un momento en que las exportaciones se han reducido debido a la crisis financiera global. La medida cubre la compra de 10 tipos de productos: televisores en color, frigoríficos o congeladores, teléfonos móviles, lavadoras, ordenadores, calentadores de agua, motocicletas, aires acondicionados, cocinas y microondas. Los descuentos concedidos a los consumidores son financiados por el gobierno central en una proporción del 80 por ciento, y el restante 20 por ciento es sufragado por los presupuestos de los gobiernos locales.”
El modelo actual de crecimiento y los problemas que puede presentar a corto plazo
Las previsiones de crecimiento de la economía china para 2010 se han ido revisando al alza y se sitúa en el 9,6 por ciento lo que implica 1,6 por ciento más que el 8 por ciento que las autoridades china previeron para este período.
No obstante, existe una incertidumbre respecto a la evolución de la demanda interna.
Por un lado, la inversión privada sigue deprimida, por el exceso de capacidad de algunas industrias manufacturas. Por otro lado, el consumo privado se sustenta sobre las mayores transferencias del sector público, aunque su expansión se verá afectada por la evolución del mercado de trabajo y, en menor medida por la inflación, que incidirá en la capacidad de compra. Por último, se espera una contribución negativa de la demanda externa al crecimiento de 2009, que se irá disipando a lo largo de 2010. En relación con las exportaciones, se prevé un comportamiento mejor que el de comercio internacional, aunque dentro de una debilidad general, ya que los productos chinos tienen margen para seguir ganando cuota en el mercado de las exportaciones
En cuanto a las importaciones, la perspectiva e salgo más incierta porque se contraponen dos efectos: a la baja el de la sustitución de las importaciones por producción nacional y a la alta, la mayor demanda de materias primas y de bienes de capital.
Otro factor que no puede obviar el gobierno de la República Popular China es el creciente proteccionismo internacional como ocurrió en setiembre de 2009 con los neumáticos que se exportaron a EEUU ya que el presidente Obama impuso aranceles especiales a la importación de neumáticos chinos, durante tres años, para corregir los trastornos de mercado provocados por el incremento de los neumáticos importados.
¿Cuál es el papel de China en la economía mundial?
China ha sido la economía que más ha contribuido al crecimiento mundial en los últimos años y además tras esta crisis financiera, se ha convertido en la segunda economía mundial en términos de paridad de poder de compra, con un peso en el PIB mundial del 11,4 por ciento en 2008, solo por detrás de EEUU (20,6).
Desde una perspectiva global, algunos estudios estiman que el rápido crecimiento de China puede favorecer a economías muy vinculadas a ella como Taiwán. Mientras que otros analistas confirman que China constituye la etapa final del proceso de integración productiva asiática.
Por otro lado, el impacto sobre la demanda y los precios mundiales de materias primas es otro mecanismo de transmisión del crecimiento chino a la economía mundial, positivo para los países exportadores y negativo para los importadores.
La estrategia del crecimiento chino tiene mucho que ver con su política de tipo de cambio. En este sentido, las importaciones chinas en las economías industrializadas debido a su coste más reducido y por la propia globalización, han facilitado la permanencia de la inflación en tasas reducidas, y en última instancia, el mantenimiento de los tipos de interés a corto plazo en niveles relativamente bajos por parte de las autoridades monetarias.
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