miércoles, febrero 27, 2008

Bienvenida la rata

Mi experiencia sobre territorio chino no abarca mucho en extensión ya que sólo he vivido en el sureste del país en la provincia de Zhejian donde incluyo la ciudad de SHanghai. Desde la metrópoli me moví hacia otras pequeñas ciudades como Hangzhou, Suzhou, Nanjing, Xian…. Viajé hasta la antigua colonia inglesa, Hong Kong en la provincia de Guang Dong. Y ahora me encuentro en el noreste del país en la Beijing.
Bueno no precisamente en la ciudad de Beijing sino en el distrito de Fen Shang que se encuentra a una hora y media en autobús de la capital china.
Y como decía aunque territorio me queda mucho por explorar, puedo afirmar que a lo que a la línea temporal se refiere he vivido durante casi todos los meses del año en el país y eso incluye los tres grandes periodos estivales de la nación: el festival de octubre, el año nuevo y la fiesta de mayo.
Los chinos, currantes como nadie que al primer halo del alba desempolvan sus utensilios y montan sus estantes de comida, ejercitan sus músculos en parques y hacen rodar la maquinaria nacional, durante estas fechas, se paralizan.
Los de fuera vuelven a sus hogares, las casas se limpian y en las casas, purificadas se reúnen para cocinar baozi. Si aún no lo había mencionado, la comida está necesariamente ligada a la vida nacional. Todo es comida y bicicleta.
Pues a lo que iba. Se ha estrenado el año de la rata. Los nacidos bajo el influjo de este animal están caracterizados como inseguros, generosos, perezosos y sociales.
Este invierno está siendo el más frío. No se recuerdan temperaturas tan gélidas en 50 años y consecuentemente muchas de las vías de comunicación del país se han visto colapsadas y medio país se ha paralizado. En Shanghai nevó y en Beijing la media diurna fue de -10.
Y todo se cierra. Algunos de los servicios públicos se minimiza y el ritmo frenético de la nación se suspende. Los restaurantes, establecimientos de venta de bienes de consumo como tabaco o comida se cierran. A nadie le sorprende este comportamiento por lo que los días que preceden a la gran fiestas, se forman grandes colas y el ya de por sí tumulto de gente se multiplica.
Toda esta gente que por delante tiene tres días oficiales de stop, celebran su descanso lanzando fuegos artificiales o artificios de fogueo. El estruendo de las Fallas es poco comparable al rugido que envuelve durante estas fechas a todos los rincones de China. Aunque tres son los días oficiales de descanso, la celebración del Año Nuevo se alarga durante 20 días durante los cuales los fogueos se apoderan de las aceras y por la noche las luces de colores dominan la penumbra de la oscuridad.
Y el otro pasatiempo son las ferias. Todo pueblo que se precie tiene su feria anual en la que los gitanos inundan con sus caravanas las plazas mayores y en cuestión de horas montan atracciones de ocio. Pulpos, camas elásticas, tiro de escopeta, tómbolas, circos ambulantes…pues en Beijing el parque más amplio en extensión que hay en el centro de la ciudad alberga la más colorida y concurrida feria que jamás he visto.
Millones de familias, lo técnico sería decir que pasean sino fuera porque es imposible con la cantidad de cuerpos que se amontonan por metro cuadrado, lo específico es decir que se esquivan, se golpean mientras sus piernas intentan realizar ese movimiento mecánico que consiste en caminar.
El fin es adquirir alguna ruidosa traca, o comprar alguno de los singulares sombreros que cuelgan de los barrotes de hierro de algún puesto, regalar una flor o como no, comer alguna rareza culinaria de alguna provincia remota del país. Tiburón, escarabajo o pequeños pajaritos fritos son alguno de los manjares que se ofertan en el corredor culinario.
Y para quitar el apetito se puede presenciar el espectáculo de encantamiento de reptiles, con la mujer bicefálica….Como se dice el show acaba de comenzar!!!!!!!!!

viernes, febrero 08, 2008

TIAN´AN MEN


Plaza de Tian´anmen (Puerta al cielo)
Blood debts must be repaired in kind no longer the delay, the greater the interest.
(Lu Xun escritos tras la massacre de de 1928)

Chinese story is about to turn a new page. Tian´men Square is ours, the people’s and we will not allow butchers to tread on it. (WUer Kaxi, student may 1989).

Hablar de Beijing es hablar de la plaza de Tian´anmen. Ubicada en el centro de la ciudad abarca un área de 440 mil metros cuadrados y mide 880 metros de norte a sur y 500 metro de este a oeste. Al norte de la Plaza esta la Tribuna de Tian´anmen, en medio de ella, el Monumento a los héroes del Pueblo, en el sur el Salón Memorial de del Presidente Mao y más al sur la Puerta Zhengyang y la Torre de las Flechas. Todo este conjunto es la entrada principal a la ciudad imperial en la disnatías Ming y Ping. Aquí se celebró la ceremonia de la Proclamación de la República Popular China en 1949.

La historia de la plaza de Tianmen está repleta de conflictos. Se puede considerar que se diseñó como un espacio en el que las masas pudiesen declarar su lealtad y fidelidad hacia la causa de la nación, pero durante el siglo XX, la plaza se convirtió en el espacio predilecto por el pueblo para demostrar su disensión; al principio de siglo contra la ocupación extranjera y al final del siglo contra las políticas nacionales.
El tratado de Versalles fue el detonante de la primera de las revueltas. En mayo de 1919 más de 3.000 estudiantes se reunieron en la plaza con el fin de protestar ante los términos del tratado que ponía fin a la I Guerra Mundial. EN virtud del armisticio los japoneses podrían ocupar las antiguas concesiones alemanas en China. La nación china que había participado en la guerra mediante el envío de ciento de miles de trabajadores que ocuparon el lugar de las tropas franceses e ingleses consideraba esta medida como un ultraje, una indignación.
Las protestas del 4 de mayo e 1919 marcaron el inicio de la dificultosa modernización de China. Durante los turbulentos años de 1920 la plaza de Beijing fue nuevamente ocupada en protesta a la masacre de Shanghai en manos de tropas inglesas. Posteriormente en 1926, una nueva protesta en contra de la débil respuesta del gobierno chino tras la derrota japonesa. Todas las manifestaciones del pueblo para demostrar su desencanto político fueron fustigadas mediante el uso de fuego.
En 1976 tras la muerte del primer ministro chino, Zhou Enlai miles de seguidores se reunieron sin aprobación del gobierno en la plaza desde donde proclamaron la democracia y la libertad artística en el país. Pintadas sobre las milenarias paredes de la Ciudad Prohibida gritaban Democracia.
Diez años después en 1986, nuevamente miles de personas se reunieron en la plaza para demostrar su apoyo a los estudiantes y demás grupos que exigían al Partido el derecho a celebrar elecciones democráticas. Este actuación fue la semilla que germinó con los movimientos de 1989, desgraciadamente conocidos como la masacre de Tian´anmen. Durante los meses de mayo y julio miles de personas se reunieron en la plaza para reclamar más rapidez en las reformas políticas y protestar contra la lacra de falta de libertad y corrupción en la que estaba sumida el país.
Frente a la tumba de Mao se esculpió una Diosa de la libertad que portaba una antorcha y se convirtió en el símbolo de la revolución.
El miedo del gobierno a ser humillado por su propio pueblo le forzó a declarar la ley martial el 20 de junio de 1989. Los tanques comenzaron a cubrir las calles y los disparos en el cántico del paseíllo.
Nunca sabremos cuantos inocentes fueron asesinados. Aún hoy cientos de personas continúan encarceladas. Y sus preocupaciones, aún siguen sin arreglarles.
La historia es caprichosa, y la Plaza de Tian´anmen, es hoy por hoy lugar de peregrinajes. Aquellos que acuden a la tumba de Mao, a venerar su hazaña, y aquellos muchos otros que postran flores frente al monumento levantados en memoria de los caídos en la masacre, el obelisco de 33 metros de altura. Sea como sea, no se respira tranquilidad, mucha sangre ha sido derramada sobre ese cuadrado.

ARRIVÉ A BEIJING



Me encuentro en Beijing. Congeladita. Vivo bajo una temperatura media de -10 grados Cº. Fue difícil cuando arrivé a la ciudad pero ahora que ya son dos semanitas y media mi cuerpo se ha acostumbrado y cubrirme con cinco mangas o cinco capas se ha convertido en un movimiento natural. Es el invierno más gélido de China en 50 años, y aquí estoy, a punto de despedir el año del cerdo y dale la bienvenida al año de la rata. La ciudad ruge. Cientos de ruidos de cohetes y fuegos artificiales son la banda sonora de la ciudad durante estos días.
La nieve y el viento han bloqueado las comunicaciones a lo largo del país, en Shanghai nieva, en el sur se congelan y yo aquí en el norte me visto como para esquiar.
Pero hablemos de Beijing: la capital de la República Popular China.
Beijing tiene una población 11,68 habitantes repartidos sobre 17 mil kilómetros cuadrados dividida en 18 barrios. Se conoce como una de las antiguas capitales chinas, con profundas raíces históricas y culturales. Fue nombrada capital durante el reinado de las Dinastías Jin (1115-1234), Yuan (1279-1368), Ming (1368-1644) y Qing ( 1644-1911). De ahí el amplio vastazo cultural que conserva, aún la ciudad. La Ciudad Prohibida, popular conjunto de palacios imperiales. La Gran Muralla, una de las ocho maravillas del mundo. El Templo del Cielo, uno de los mayores altares concedido como lugar de sacrificio. Las 13 Tumbas de Ming, gran necrópolis. Los suburbios de la ciudad, lejos de ser espacios olvidados que crecen a espaldas de la ciudad, son paisajes naturales, aldeas bucólicas, estanques y cascadas…Y hoy por hoy, Beijing por definición es ciudad en construcción. Cientos de esqueletos de hormigón se levantan en la ciudad que a golpe de derribamiento creando una enorme metrópoli moderna entre tanto recuerdo milenario. Ya no son palacios ni templos lo que los nuevos mandatarios de la ciudad construye, sino altos rascacielos que se convierten en nuevas puertas hacia el cielo.

Y China se convirtió en una potencial amenaza para la paz

 Hacía muchísimo, mucho, muchísimo que no caía por aquí, sin embargo, el motivo lo merece. Mi querida China es una amenaza, dicen los miemb...