El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente
(Gustav Flaubert)
Me gustan las películas del director de cine hongkonés Wong Kar Wai porque sus filmes, visualmente hablando, están dotados de una explosión de color que convierten a las piezas cinematográficos en versos poéticos. Ayer volví a visualizar My Blueberry Nights. El argumento es cercano a la realidad, en seguida empatizas con el protagonista, porque en algún instante de tu vida te has sentido así: en una etapa de post-duelo, en búsqueda de la felicidad y la tranquilidad.
La protagonista (Norah Jones) trata de superar su pasado y afrontar su presente y para ello decide echarse a la carretera y trasegar por el país. Durante su viaje se encuentra con otros personajes -Jeremi (Jude Law); Sue (Rachel Weisz); Leslie (Natalie Portman) que poco a poco irán completando su aprendizaje. En resumen, el hilo conductor del filme es la particip
ación e interacción de los personajes, a través de los cuales la protagonista supera su duelo personal.
Algunos críticos han calificado la historia de "meliflua e impúdicamente romántica", sin embargo considero que aunque tienen razón, esta historia tiene algo de fascinante porque hace de lo cotidiano un espectáculo de belleza.
Además la banda sónora es magnífica. Sin duda la música en las peliculas de este director es otra más de sus señas de identidad porque es capaz de dotar de armonía, ritmo y musicalidad a las escenas mediante géneros tan dispares como el soul, el rock, el folk y el jazz. En esta ocasión, además de un tema de la propia Norah Jones, acompañan a la historia selecciones instrumentales de artistas como Ry Cooder, Cat Power u Otis Redding, entre otros.
Ayer llovíió durante toda la tarde y aproveché para visualizar, otra vez, la pelicula y recordar, como Norah Jones, a todas las personas que han entrado en el cajón de vida y con las que he saboreado un trozo de tarta de arándanos.
La protagonista (Norah Jones) trata de superar su pasado y afrontar su presente y para ello decide echarse a la carretera y trasegar por el país. Durante su viaje se encuentra con otros personajes -Jeremi (Jude Law); Sue (Rachel Weisz); Leslie (Natalie Portman) que poco a poco irán completando su aprendizaje. En resumen, el hilo conductor del filme es la particip
ación e interacción de los personajes, a través de los cuales la protagonista supera su duelo personal.Algunos críticos han calificado la historia de "meliflua e impúdicamente romántica", sin embargo considero que aunque tienen razón, esta historia tiene algo de fascinante porque hace de lo cotidiano un espectáculo de belleza.
Además la banda sónora es magnífica. Sin duda la música en las peliculas de este director es otra más de sus señas de identidad porque es capaz de dotar de armonía, ritmo y musicalidad a las escenas mediante géneros tan dispares como el soul, el rock, el folk y el jazz. En esta ocasión, además de un tema de la propia Norah Jones, acompañan a la historia selecciones instrumentales de artistas como Ry Cooder, Cat Power u Otis Redding, entre otros.
Ayer llovíió durante toda la tarde y aproveché para visualizar, otra vez, la pelicula y recordar, como Norah Jones, a todas las personas que han entrado en el cajón de vida y con las que he saboreado un trozo de tarta de arándanos.
