lunes, octubre 23, 2006

Descarga musical en Fuxing Gonyuan


Y qué es el jazz para tí?,me preguntaron una vez. El desconcierto me abatió; definir con palabras la furia del sonido de la batería, el aullido del saxo, el bramido de la trompeta, la sutileza del piano, el ritmo del contrabajo...todos los sonidos armoniosamente conjugados para crear una pieza conciliada de la que no se puede escapar. Arrebato de pasiones, puede ser una sencilla definición de esta música donde la improvisación y la influencia de raíces de dispares zonas geográficas lo convierten en cóctel miscelánico de notas.
Y Shanghai acogió durante todo el finde semana El Festival Internacional de Jazz en el Fuxing Park. Durante tres tardes y tres noches el sonido se adueñó de la traquilidad del oasis de la ciudad para dejar que vibrara la audiencia y disfrutara de los distintos estilos que allí se mezclaron. Casi 20 bandas se subieron al escenario y deleitaron a unas 300 personas, pocas ciertamente para tanto derroche artístico.
Alec Haavik Friction Five, psicodélícos con sonidos ácidos incluyeron en su actuación un performance en el que la habilidad del trompetista/saxofonista arrastrándose por el escenario cual Jim Morrison en Las Vegas pintaba con acordes de rock and roll su actuación. Violenta


Jean Vanasse, una banda de Cánada que ha colaborado con el director de cine francés Jean Pierre Gariépy, incorporó en sus sonidos la suavidad del xilófono. Sonido lírico y armonioso, poético, exponente de un virtuoso cool jazz. En la misma línea de melodía ritmíca y romántica la banda europea Yannick Rieu.
La fuerza y la mayor ovación se la llevaron la banda cubana Ochún y Wallace Roney con sus acordes de bepop.

Los primeros hicieron que los chinos bailaran a ritmo de samba y se deleitases con el sonido de las trompetas al más puro estilo de Nueva Orleans, siempre con sonidos latinos; las caderas y e movimiento de hombros aclamaron su directo. Los segundos que cerraron el festival, se caracterizaron por melodías rápidas y zigzagueantes, con ritmos sinopados y ecos disonantes, que levantaron al público que permaneció casi todo el festival sentado sobre el césped.
La Cotton Club Banda que actúa diariamente en el Cotton Club de Shanghai se sintió en casa y sus sonidos cercanos al blues y al gosppel no defraudaron, como no lo hacen a los que llenan diariamente el local. Coco, vocalista chino de jazz, poeta que conjuga antiguos versos tradicionales chinos con sus propias composiciones bajo un aullido de voz abrasiva es la personificación de las múltiples variedades y juego que da el jazz.


Poca gente, rara manera la de los chinos la del deleite musical..acostumbrada a la jarana española! Pero sin banderas ni fronteras, la música es universal y con ella, los ritmos unen y porque no, practicar taichi al ritmo de una banda de jazz! Todo es posible aquí en Shanghai...hasta puede que encuentre un curro y me quede, o un chino y me enamore. Wo bu zhidao!!

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