miércoles, noviembre 01, 2006

Sin descanso, día y noche, martes y domingo



Las ciudades se contruyen a golpe de excavadora, creo que ya lo he dicho alguna vez, y Shanghai que pretende ser como el desierto de Egipto con sus Pirámides de Gizeh (Keops, Kefren y Mokerinos) hace 4.000 añs, no escatima en horas de trabajo e inversión de cimiento. Por mano de obra no es, esta poblada nación (1.300 millones de habitantes) puede hacer turnos completos de trabajo todos los días del año a todas las horas. Son muchos los hombres del campo que, por las mañanas llegan a la ciudad con poco más que su cuerpo, en busca de una pala y un cubo doonde mezclar hormigón. Shanghia quiere que todo aquel que la visite mantenga su boca abierta durante unos minutos cual una exploración médica y su cuello erguido cual ejecicio de estiramiento de cervicales, aunque ello signifique trabajar sin descando.
De este ritmo frenético me he ido dado cuenta mientras transcurren los días.He visto como bares se convierte en tiendas de moda en tres semanas, como bajos en ruinas se convierte en modernos locales alicatados en tan solo siete semanas, aunque ello signifique que los trabajadores duerman y coman en ese mismo lugar y duerman sobre los cilindros naranjas que componen la estructura, una tabla de madera sirve para hacer de los tubos una cama donde pasar la noche en el interior de una tienda, en la calle.



Evolución del ediicio que asoma por ventana










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