lunes, mayo 07, 2007

Y qué es TOKYO

Comencemos por un pequeña introducción geográfica y política, sólo para ubicarnos y acercarnos vagamente a los orígenes de esta ciudad que aún no se cómo calificar, si ordenada o extrema, moderna o tradicional, complicada pero nunca simple o aburrida. Y es que ofrece todo y más: lo superllamativo, lo hipertrangresor, lo megatecnológico y sugiere profundidad, meditación y serenidad.
Sobre el este de la Isla de Japón cerca del Pacífico place la ciudad-capital. Suena a Samurais, a Geishas, a Emperadores, a Kimono, a Ryokan, a Sasimi, a Bushido, a Gotanda y a Shibuya, huele a Ciruelo y sabe a Sake.
La historia de Japón es contacto con otras culturas, la china y la coreana son la base de su pasado, y las relaciones con Occidente en el S XIX determinaron su carácter imperialista. Con la Restauración Meiji se inaugura una etapa de aperturismo territorial, industrial y del saber. Se enfrenta a China, a Manchuria y a EEUU. Sufre el bombardeo atómico y tras un periodo oscuro consigue recuperarse y prosperar convirtiéndose en una de las superpotencias mundiales.
Hoy Tokyo es una teleareaña de experiencias de la que cuelgan costumbres inverosímiles. Subirte en una montaña rusa instalada en el centro de la ciudad y ascender más allá de las azoteas de los edificios. Dormir en un hotel cápsula con espacio suficiente para tumbarte pero no para introducir tu equipaje. Pasear por Shibuya y clasificar las tribus que pasean rebuscando entre los mercados complementos con los que adornarse. Flipar con salas de juegos de tres pisos con máquinas que brillan y suenan en cada esquina. Observar desde la torre Rippongy la concentración de edificios y bloques de cemento. Sortear atunes y pulpos en el Mercado de Tsukijy. Y por supuesto, equivocarte de línea en el Metro.
Tokyo es grande. Al igual que su Metro que es enorme y por el subsuelo y la superficie circulan tres compañías ferroviarias distintas y se cruzan muchas líneas. Aunque no es barato es el modo más práctico de moverte por la ciudad y agudizar el sentido visual para ver no pasar de largo ante las indicaciones. No te extrañe si en tu intento de alcanzar la líneas tienes que atravesar centros comerciales, salir a la calle y distintos billetes dependiendo del número de compañías que operen para llegar hasta tu destino

4 Road Chome vacío


Muchos son los tópicos que describen a la ciudad de Tokyo: su admirable y moderna arquitectura, sus impolutas calles, la afabilidad y correción de sus gentes y como no la telearaña de líneas suburbanas. Aunque, de todos los tópicos, el más arraigado es la marea de gente que diariamente cruza la calle desde una esquina a la otra. Esta imagen filmada en tantos filmes ocurre en el distrito financiero y comercial de Ginza, sobre la 4 Chome intersección. Casualidades del momento, decidir viajar a Tokyo durante la Golden Week ofrece un paisaje distinto y opuesto, un paisaje insólito y poco frecuente en el que no hay almas que crucen ni empujadores que te impulsen hacia e interior del vagón.

martes, abril 17, 2007

Cómo ahorrar y gastar en Shanghai



La esquina donde Oriente abraza a Occidente

Cuando Deng Xiao Ping subió al poder tras muchos años de ostracismo maoísta, decidió que China debía “abrir las ventanas para que aire fresco pudiera entrar”. Desde que pronunció esas palabras hasta hoy han pasado casi tres décadas y de la China comunista de la Revolución Cultural quedan escasas huellas, que se borran cuando caminas por la ciudad de Shanghai.

Convertida en uno de los centros financieros y económicos más importantes a nivel mundial, en la Gran Shanghai, puedes evitar sentirte en Oriente, siempre y cuando tengas la cartera llena de billetes o por lo contrario, adaptarte al modo de vida, y vivir como si tu sueldo mensual fuese poco más de 100 euros.
Dinámica y cosmopolita la urbe crece vertiginosamente gracias a las turbias y transitadas aguas del río Huang Pu que dividen la ciudad en dos, Puxi y Pudong. En aquellos primeros años de esplendor shanghanianos, durante la primera década del siglo XX, los extranjeros que se asentaron sobre el bulevar que recorre el muelle peatonal al que pusieron el nombre de Bund pero los chinos llaman wai tan, sólo veían al oeste de sus aguas, fango. En esa zona pantanosa de la ciudad, en sólo quince años se ha levantado una urbe financiera plantada de rascacielos modernistas que superan los 200 metros de altura y aloja a casi dos millones de habitantes. Poco se parece a la herencia colonizadora de Puxi donde edificaciones bajas de estilo neoclásico y art decó muestra la riqueza e influencia cultural que vivió en Shanghai.
Alojarte en el hotel más alto del mundo y observar desde más de 400 metros de altura el skyline de Shanghai es uno de los atractivos que te brinda Pudong. La Torre Jin Mao se aligera en el piso 87 a través de un vacío central con forma cilíndrica que hasta la planta 53 rompe la monotonía de oficinas del inmueble para albergar el Gran Hotel Hyatt de cinco estrellas. Para una vista a pájaro de la ciudad, no es un mal comienzo una visita al bar Cloud 9 en el piso 87 del Hyatt y, aunque cuesta dar con el emplazamiento exacto ya que hay que recorrer varios pasillos hasta alcanzar el lounge-bar, una vez en su interior pareces haber alcanzado el cielo. Luces tenues, música delicada, sillas de cuero, servicio competente y cercado acristalado, si bien la obligación de gastarte al menos 140 RMB y 15% de servicio, (inusual en China) evita el gentío de quien sólo van a mirar y no a consumir, concediendo al bar un ambiente de hombre de negocios con gin tonic post reunión. Aunque, tal vez, la espesa neblina que, consecuencia de la contaminación envuelve a Shanghai, impida visualizar la superficie de bloques horizontales. Recuerdo que cuando llegue, en septiembre, a pesar del calor inaguantable y húmedo, el cielo, jamás era azul, siempre teñido de gris, el que sería el color de la ciudad sino fuera por las luces que diariamente engalanan los edificios hasta las casi medianoche.
A la otra vera del río Huang Pu, sobre la calle Fu zhou, se encuentra el Hostal Capitán. Aunque no de los más económicos un buen lugar donde pernoctar por un precio razonable en la ciudad. Simulando un barco de carga que surca las aguas del río, por 70 RMB compartes camarote y descansas sobre una litera. Subes a la cubierta y en el 5º piso está lo mejor del lugar. Una buhardilla al aire libre desde que, ahora son el Hyatt, la Torre de Oriente y el distrito de Lui Jia Zui lo que vislumbras, mientras el sol y una cierta calma consecuencia del vaivén de las aguas del río parecen trasladarte a cualquier chiringuito del sur de España.
Pero si realmente busca experiencia china, donde la comunicación suponga cierto juego de mímica y estés en el corazón de Shanghai pagando por una cama poco más de tres 35 RMB la noche, entonces el sitio es el Hostal Ming Town Etour, situado en la Jiangjing Lu, sólo a cinco minutos de la Plaza del Pueblo. Aunque la fachada, con un cartel luminoso en tonos azules que te ubica, está deteriorada, arcaica y un tanto ruinosa, el interior es confortable, incluye aire acondicionado en el dormitorio, una sala con acceso a Internet y una mesa de billar.
Pasear por las bulliciosas calles de Shanghai es el único modo de impregnarse del olor de la ciudad, del ruido de las bocinas de los coches y motocicletas, en definitiva, del caos que supone la vida con catorce almas que a diario hormiguean por la ciudad.
Desde La Plaza del Pueblo donde en otro tiempo anterior a la Revolución Cultural de Mao se disfrutó de las carreras de caballos sobre el hipódromo, prohibidas por el régimen por su carácter de pasatiempo frívolo, existen dos alternativas para bajar al muelle. La primera de ellas, si cabe la más agitada y escandalosa pero a la vez más vivaz, y que es representativa de la transformación de la ciudad en los últimos años es bajar hacia el sur por Nanjing Lu. Al anochecer, sus luces de neón se convierten en la estela de miles de almas que, influenciados por grandes carteles de colores que golpean al unísono del rozamiento de las máquinas contadoras de billetes de 100 RMB, vacían sus bolsillos entre boutiques internacionales de moda, departamentos comerciales, puestos de seda, tiendas de té, café y multinacionales de comida rápida al estilo occidental hasta, alcanzar el malecón y toparse con la arquitectura colonial de aquel primer esplendor de la ciudad.
La otra es deambular por Fu Zhou Lu donde un enjambre de casitas bajas de donde en vez de rótulos de neón y pantallas se cuelgan ropas y sábanas, y en vez de pararte frente a escaparates puedes visitar la librería más grande de Shanghai y sentarte sobre las escaleras mientras ojeas planos antiguos de la ciudad y confirmas el vertiginoso desarrollo de la metrópoli.
Donde antes se reunían hombres de negocios que jugaban al polo y al tenis mientras la otra realidad china eran los fumaderos de opio y un mundo de oscuro donde los gánsters hacían contrabando con mujeres, ahora se levantan complejos de los más chic y moderno. En Guan Dong Lu 17, una antigua casa de 1908 reconstruida por el arquitecto Michael Graves, está el conjunto de restaurantes de 3 on The Bund, exponente de lo que no es China en Shanghai. El tercer piso alberga la Galería de Arte Shanghai, un espacio de diáfano y amplio donde se exhiben trabajos en su mayoría de artistas chinos contemporáneos. En el cuarto piso JG, del chef francés Jean-Georges sirve comida francesa contemporánea; en el sexto Laris ofrece todo tipo de mariscos importados bajo el mando del chef australiano David Laris; subiendo hasta el Whampoa Club, el chef Jereme Leung, interpreta nuevas delicatessen al estilo oriental, y el séptimo piso alberga la New Heighst, desde donde se disfruta otra bella vista de la ciudad cuando al atardecer, el horizonte se envuelve de destellos y luces. La exclusividad de la vista tiene un precio, el restaurante cuenta con dos cúpulas a modo de salones privados con mayordomo propio que si el gasto es elevado permite alquilar una estancia para dos personas, u otra mayor para seis, donde es habitual el cierre de negocios.
El Third Degree, un lounge más informal se encuentra en el último piso. Y después de comer, beber, y fumar, es tiempo para relajarse en las instalaciones de uno de los spas más elegantes y exquisitos de la ciudad, el Evian Spa. Si la frivolidad lo permite y la cartera no tiembla, en el bajo del edificio se aloja la casa de moda italiana Armani y, una de esas americanas, que dicen sienta como un guante, le harán sentirse como el protagonista de Misión Imposible III. Aunque cuando salga de ese paraíso se tope con cuatro mujeres y sus niños en brazos que suplican algo que comer, o algo que vestir y ya como un dandee bajando por la calle, suelte un “mei you”, no tengo.
A sólo unos pasos de 3 on the Bund, otro espacio M on the Bund (Guang Dong Lu 20), compite con contar con las despilfarradoras carteras y servir botellas Dom Perignon. En el 7º piso se encuentra el restaurante de comida europea y mediterránea conducido por Michelle Garnaut. En el sexto, Glamour Bar, un “lounge” al estilo neoyorquino donde una vez abandonado el ascensor de acceso, una barra de cristal ovalada en el centro y copas cual gotas de agua cristalina, cuelgan del techo. Sillones aterciopelados malvas, morados y verdes en forma de buñuelo con cojines, y pequeñas mesas de cristal, son el entorno donde suena música en directo y se reúnen caras guapas. Aparte los domingos se celebran coloquios sobre arte, gastronomía y literatura pago previo de 50 RMB.
Aunque visitar Shanghai, no tiene porque convertirse en un castigo para tu cartera sin sabor a China. Andar la ciudad es sinónimo de conocimiento y una vez conocido el distrito de Huang Pu que equivale a pasear por la calle Montaigne de París o la calle Serrano de Madrid exploremos ahora al Rabal barcelonés.
Experiencias gastronómicas exóticas en puestos ambulantes, sorteando bicicletas y baldes con cangrejos, tortugas y pescados, donde las tripas se limpian sobre la rúa y las entrañas del pescado compiten por ocupar la misma superficie que esputos con el consiguiente sobresalto de quien transita la calle por primera vez, es el paisaje de Wulumuqi Lu: la arteria de entrada desde Jin An hacia la concesión francesa.
Transitada a cualquier hora del día, llena de restaurantes donde elegir un plato se convierte en un juego entre tanta especialidad culinaria desconocida, es entonces cuando, aquello de que una imagen vale más que mil palabras se convierte en el único rasgo de decisión. Inmersos en la cultura visual, la mayoría de los establecimientos ofrecen instantáneas donde visualizar los platos donde los ingredientes forman un festival de colores: rojos, verdes y amarillos tintan los alimentos convirtiendo la decisión un juego de parchís donde no sabes que ficha llevarte a la boca. China es grande e igual de amplia y variada es su oferta culinaria. El norte se caracteriza por platos salados mientras el que el sur prefiere alimentos dulces, en el este los condimentos agrios y en el oeste los picantes.
Dos son los platos por excelencia de Shanghai es el “dongpo rou”, tiras de cerdo aliñadas con vino de Shao xing y “da zha xie”, cangrejos peludos servidos con salsa de soja, vinagre y jengibre y aliño de vino caliente nuevamente de la región de Shaoxing. La cocina de Sichuan también es muy célebre en la ciudad, imposibles de digerir sin ayuda de un ping Thing Dao, la cerveza china por excelencia dado el abuso de “hua Jiao”, guindilla. En los números 168 y 210 de Wu lu mu qi Zhong Lu, puedes degustar estas dos variedades.
Al recorrer toda la calle no dejas de toparte con puestos móviles de verduras, hortalizas, legumbres, flores y utensilios de menaje. Y un poco antes de llegar al cruce con Fuxing Lu, un pequeño mercado, cai chang, hace las delicias de los paladares más a atrevidos. Material freso, tan fresco como que está vivo; aquí encontrarás tortugas, rana, pescados, y carnes, que son matados en el instante para que te los lleves y los cocines. Otra opción durantes los fríos días de invierno son los puestos de ma la tang que, consiste en hervir verduras, hortalizas, bolas de pescado y carne en agua y posteriormente, a esa sopa se le añaden condimentos picantes. Y para los clásicos las bolas de masa hervidas, jiao zi y bao zi, rellenas o la pasta oriental: mian tiao. Todos estos menús cuestan menos de 10 RMB, dependiendo de la cantidad.
Hay dos modos de irse de comprar, el primero tirando de tarjeta de crédito en establecimientos con aire acondicionado y un dependiente a tu disposición o, con mucha paciencia, deambular y toquetear por mercados hasta hallar la prenda u objeto preciado.
La mayoría de las grandes marcas internacionales se encuentran en las calles y centros comerciales de Nan jing Lu y Huai Huai Lu, o el complejo turístico de Xin tian di que se compone de una serie de avenidas y construcciones de piedra simulando la antigua arquitectura china donde se alojan tiendas, centros comerciales, cines, restaurantes, bares y pubes. La segunda de las opciones está dispersa por la ciudad. Donde en un tiempo estuvo el mercado de Xian Yang (detrás de la boca de metro de Shan Xi) ahora hay un solar ocupado por ocho grúas. Pero aún así es fácil al caminar por la zona y toparte con personas que al grito de “Lady: watch and bags”, llaman tu atención. Si los sigues te llevan a unos pisos francos, de escaleras estrechas, 15 cm a lo sumo, y techos bajos. Una vez dentro, te muestran un escaparate de bolsos, carteras y gafas originales de las grandes marcas a precio mucho más asequibles que éstas. Las adquisiciones te la llevas en una bolsa de plástico, por supuesto, negra, para evitar que se descubra el interior. Las imitaciones baratas, de mala calidad que se ven sobre bicicletas oxidadas en pijamas de dormir, las encuentran en el mercado de Fengshan, en Nanjing Lu, o en el bajo de la parada de metro de Museo de Ciencia y Tecnología. Aunque si lo que quieres es moda china asequible, el lugar es el mercado de Qipu Lu, donde hay tres edificios de ropa en la intersección de Henan Lu con Qipu Lu. En el interior jóvenes shanghanienses en salones de manicura y peluquería; pegatinas, zapatos, maletas; cualquier tipo de artículo puedes conseguir entre estas paredes, incluso unos lunchacos a pesar de ser considerados en algunas partes de Europa, armas blancas. Dependiendo de tu habilidad para el regateo, puedes conseguir gangas por 20 RMB. Y en el exterior, bullicio y vocerío de mujeres que venden perlas falsas, hombres que te agarran del brazo para enseñarte su mercancía de imitación, niños en la calle haciendo acrobacias; este es un lugar donde aparte de comprar, el viajero descubre a aquellos que en cuanto tienen ocasión salen de China para montar sus almacenes.
Esta urbe que a principio del siglo XX era una pequeña ciudad de provincias, en la década de los años 20 y 30 fue morada y escenario sobre el que se asentaron los escritores de la Edad de Oro de la Literatura Moderna China. Las letras se estamparon por sus calles, y fue la escena de reunión de literatos con frescas y vibrantes influencias extranjeras que se reunieron en Duo lun Lu al norte de Sichuan Lu. Sobre ella pasearon Mao Dun autor de Zi ye (Medianoche), Lu Xun, Eileen Chang. Una estrecha circunvalación donde está prohibido el acceso de vehículos, y a sendas veras crecen árboles, lo que dota al paseo de cierta tranquilidad, idónea para leer, visitar las casas de escritores y sentarte en una Casa de Té, mientras corren los niños, pasean los ancianos o simplemente, el tiempo ajeno al desarrollo metalúrgico de la ciudad que brota a sus espaldas, se evapora. Al inicio de esta singular calle está el Museo Duo lun donde se exhiben interesantes trabajos de artistas contemporáneos. Y no muy lejos de allí, el Parque de Lu Xun que cuando despuntan los primeros rayos del alba, se reúnen octogenarios hábiles a practicar movimientos del arte milenario del tai-chi.
Aunque por defecto la capital del arte Chino es Beijing, Shanghai, tímidamente ofrece espacios para la promoción de nuevos creadores chinos. Al norte del riachuelo Su zhou, esta Mo gan shan Lu, donde puedes pasear y hablar con los artistas mientras esperan a que se seque su obra en lo que fuera un complejo industrial y ahora son más de una treintena de talleres y estudios donde es imprescindible asomarse para percibir las nuevas corrientes artísticas. Todos los sábados en uno de estos espacios, Bandu hay conciertos de música tradicional china. Buena ocasión para oír el di-zi (flauta travesera), la pi-pa (laud de cuatro ruedas) o el sonido celestial del gu-qin (viola de dos cuerdas). Todas las actuaciones son gratis, por lo que se recomienda llegar con tiempo suficiente si no quieres disfrutar de la armonía de los sonidos líricos chinos desde fuera del local, lo que supone perderse la dificultad con la que manejan los instrumentos donde el tono es más importante que la melodía, y antiguamente la equivocación podía significar la caída de una dinastía.
“Da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones” No importa cómo viajes a Shanghai, sólo que la conozcas.

Pinceladas sobre la Antigua China

No es necesario recordar a estas alturas lo vasto que es el territorio chino ni la riqueza de su cultura ni la variedad de expresiones de ésta. Pero tras visitar el Museo de Shanghai en el centro de la Paza del Pueblo (Renmin Guanchang) me apetece.
El espacio donde se expone una pizca de la historia de China refleja los principales elementos de la Cosmonogía China. La base cuadrada es la imagen de la Tierra mientras que el techo es circular y representa el cielo, el espacio entre ambos es la existencia humana. En su interior diez galerías temáticas repartidas entre cuantro alturas en las que se exhiben coleciones de esculturas de la Edad de Bronce; porcelanas y ornamentos de Jade; trabajos de caligrafía, pinturas paisajistas, sellos...
China la componen 56 etnias o grupos de gente con costumbres propias que a lo largo de la Historia se han asimilado e integrado en un sólo Pueblo que hoy día continúa combinando sus tradiciones orientales con las occidentales.

domingo, abril 08, 2007

Hong Kong

El comercio fue el pretexto a través del cual dos civilizaciones se conocieron. Sedas, especias, té...pronto se convirtieron en productos demandados en occidente y como consecuencia se intentó colonizar los territorios asiáticos.Gran Bretaña resume las características del buen colonizador. Educado y discreto, crea situaciones que se convierten en el vehículo sobre el que corren sus intereses.
En el territorio ocupado de Bangladesh se cultivaban enormes cantidades de opio que se convirtió en moneda de cambio de las transacciones entre chinos e ingleses y simultaneamente potenció la dependencia entre los comerciantes.
El gobierno chino en su intentó de erradicar esta situación hundió varios barcos. Los ingleses hallaron en este acto la excusa para la guerra y triunfaron, en 1841 la isla de Hong Kong fue declarada colonia británica a perpetuidad. Veinte años después la penísula de Kowloon y los Nuevos Territorios se cederán por 99 años. Una pequeña inglaterra se asentó en las fronteras chinas: se conduce por la izquierda, la población en su mayoría habla inglés, los carteles se escriben en cantonés e inglés, las calles se llaman Jordan, Cameron, Salysbury o Kimberley...Aunque finalmente y no ausente de revueltas en 1997 los tres territorios nuevamente se consideran chinos.


Un país con dos sistemas. Un pueblo que al referirse a China no lo hace desde la pertenencia y en el que la movilidad desde sus fronteras hacia la China Continental no es posible previa posesión de visado. Un territorio donde la moneda es única y las facilidades económicas y financieras la convierten en pasto para multinacionales y estratégicoenclave para el comercio asiático
Los tres territorios que componen lo conocido como Hong Kong
son caóticos, están masificados, su desarrollo es continuo y su apariencia realmente versátil. En 1.100 km cuadrados de superficie bullen 2 millones de habitantes.
Pero vayamos por partes. Empecemos por el emplazamiento del aeropuerto que normalmente es la entrada de cualquier visitante. Sobre la Isla de Lantau que aunque dobla la superfecie de Hong Kong su población no alcance los 50.000 habitantes y la convierten en pulmón y escape para disfrutar de senderos y kilómetros de tranquilas playas antes de cruzar el puente colgante más largo del mundo que la comunica con Kowoloon.
Cuando los mongoles invadieron China, el Emperador y su séquito viajaron al sur del país donde las fronteras territoriales se desvanecían y el Mar de China se bañaba. Al llegar allí, inquieto, el Emperador preguntó cuál era el nombre de esa tierra. Sus guardas que lo desconocían observaban el paisaje. Ocho montañas como ocho dragones se levantaban sobre la bahía. A los ocho dragones le sumaron el Gran Dragón Emperador. de la reflexión surgió el nombre de Nueve Dragones o Kowoloon: escaparate e intercambio, trompazo inconsciente entre desconocidos.

La Vice inaugura el Año Español

Echaba yo en falta un promoción oficial del Año. Me faltaba una representación política, obviando la consular, en el festejo de España en tierras asiáticas. Y, transcurrido un tercio del 2007 llegó la encomendada: la Vice!
Acertada elección. Me alivia la no elección de Moratinos como place en asuntos de relaciones exteriores por dos razones: la primera, me sugiere mayor credibilidad Mª Teresa de la Vega, digamos que me cae en gracia, y la segunda de aparecer él no acudiría a la Conferencia sobre la creciente relación entre España y China, digamos que él me cae gordo.
El encuentro se produce en la Universidad Internacional de Shanghai. En un auditorio no abarrotado pero si lleno, los estudiantes de Filología Hispánica son los oyentes de honor y prestan atención al discurso. Ella, de blanco impecable, posa la mirada sobre ellos mientras expone las razones por las que ambos son países amigos y enumera las similitudes históricas que convierten a China y España en vínculo de los cuatro puntos cardinales y contacto con continentes.
Exalta los logros de la China Comunista tras su integración en 2001 en la OMC: el gigantesco crecimiento de su economía (25%)que la sitúa en el cuarto puesto dentro del ranking mundial de superpotencias y como consecuencia de su política aperturista 400 millones de chinos han salido de la pobreza. El 40% de las funcionarios son mujeres. El chino es el idioma más hablado. Beijing 2008 y la Expo de Shanghai de 2010 supondrá la consagración cultural del país. Y, por supuesto, España colaborará, participará e impulsará, desde la confianza, la apertura y el crecimiento de China. Varios acuerdos se han cerrado con el fin de impulsar el conocimiento y la participación española: Foro de España en China, Plan de Acción Asia Pacífico, Instituto Cervantes...La inversión española en el último año ha aumentado un 50%, 400 firmas están presentes y desde 2003 se han zanjado un millar de proyectos que hacen de China el primer mercado asiático para España.
El español es el tercer idioma más hablado. De su desarrollo y fomento internacional se encarga el Instituto Cervantes. Inaugurado el anterior verano un centro en Beijing se preveé extender su presencia en China y este verano se fundará otro en Shanghai. Su equivalente, el Instituto Confuncio se creará en la Autónoma de Madrid.
No faltó credibilidad en el discurso: entretenido y variado en contenidos. Se pinceló la realidad y se aplaudió.
Le siguió la ronda de preguntas e inquietudes de los estudiantes chinos donde la Vice, ya sin folio sobre el atril, respondió sin mojarse a cuestiones sobre los tópicos que empapan ambas culturas. Que si el flamenco y los toros, que si las tiendas de todo a cien y el taichi, el sol y la muralla...En su conclusión destacó la modernidad de la juventud y recordó la imortalidad de los tópicos: los toros siempren serán a España lo que la pólvora a China.
Dijo Benedetti: No vayas a contar todo lo que te dicen del mundo; el mundo es incontable.

viernes, marzo 16, 2007

Qué es eso del año de España en China

Estaba un poco harta de repetir que durante 2007 se celebra el Año de España en China. Y también algo desconcertada porque, en Shanghai, a excepción de la exposición del artista catalán Evru en el Museo Duolun, que yo sepa, ningún otro evento se ha celebrado. E inevitablemente, ronroneaba sobre mi cabeza la controversia ante la pasividad y la carencia de eventos en este, el año de España. Y yo, que en los nacionalismos creo más bien nada y que la única bandera que hondeo es un palo desnudo del que no cuelga ninguna tela, husmeaba y rastreaba en busca de un planning o calendario de actividades, del fantasma del Xibanya de Nian.
Creo he hallado su estela.
La idea se germinó durante la visita oficial a España del Presidente de la Repúlica Popula China, Hu Jintao en noviembre de 2005 tras la visita de Zapatero a Pekín en Junio. Desde ese momento se pensó en estrechar los intercambios culturales entre ambos países y conseguir un mutuo desarrollo amparado en la cooperación. Y tras esos encuentros se pactó que 2007 fuera el año de la mutua divulgación como ya sucedió en 2006 entre China e Italia y que supuso un enorme aumento del número de italianos en el país asiático y crecimiento de inversiones. No obviemos que China, es el nuevo filón económico de las empresas occidentales.
España será el Ivitado de Honor en los festivales importantes que se celebran en las dos grandes metropolis: Beijing y Shanghai. La Feria Internacional del Libro en Beijing que supone la traducción al chino de la literatura española contemporánea (llamadme si buscais traductora) y el Festival Internacional de Cine en Shanghai. (Pe vente pa acá).
Según el organismo oficial de representación española en China cuatro son los objetivos que se persiguen: dar a conocer la realidad española y proyectar una imagen moderna; aglutinar íntegramente actividades de carácter público y privado; afianzar la posición de España en un país prioritario para ss intereses; fomentar el conocimiento entre ambas realidades.
Oficialmente el 26 de febrero en el patio del edifico del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mª Teresa Fndez de la Vega, Moratinos y Qiu Xiaqi (embajador) inauguraron la iniciativa.

LOS CONTENIDOS

Económicos
Actualmente en China están establecidas en torno a 450 empresas. Se ha diseñado un Plan Integral de Desarrollo de Mercado para China, una estrategia a largo plazo cuyo objetivo es proyectar y posicionar tanto las empresas comos los productos españoles. El ICEX para desarrollar estos objetivos cuenta con varios proyectos: PIDINVER(Programa de Identificación y Apoyo a nuevas Iniciativas en el Exterior); PAPI (Programa de Apoyo a Proyectos de Inversión); PROSPINVER (Programa de Prospección de Inversiones en el Exterior). Aparte de actividades de promoción como ferias, campañas de comunicación, jornadas técnicas.

Culturales
Las iniciaticas corren a cargo del la Consejería Cultural de la Embajada de Beijing, la SEACEX, y el Instituto Cervantes.
De las paredes del Prado se descolgarán 52 obras maestras. El Greco, Goya, Velázquez...viajarán a Shanghai y a Beijing. Gaudí también volará hasta Asia y Madoz mostrará sus poemas fotográficos. La representación de artistas españoles en los dos grandes festivales culturales de China: Meet in Beijing y el Shanghai Arts Festival,será destacada.

Educativo
Se intensifican la difusión de ambas lenguas a través de los intitutos lingüísticos y becas. Aparte del Instituto Cervantes de Beijing se proyecta la apertura de otro centrto en Shanghai. Para los españoles interesados en el conocimiento del chino, la Fundación La Caixa, el ICO, y MAEC-AECI, poseen becas para el estudio del idioma. Se preveé la firma de un Acueros de Convalidación y Homologación de títulos entre ambos países. La difusión de la literatura española se destacará durante la celebración de la Feria de Educación de Pekín con el apoyo del
ICEX.

Deporte
Las Olimpiadas están ahí y si España se salió en el 92, prepáranse para la exhibición China, arrasarán, y aunque un poco meiga, no me creo Rappel.



Turismo
España es el segundo país en recepción de turistas tras detrás de Francia y, en igresos derivados por detrás de EEUU aunque los chinos no son el target potencial.
Conseguir el visado y viajar al extranjero no es fácil para el chino pero consecuencia de las nuevas políticas ecónomicas ha surgido una nueva clase media que aunque lentamente ante la flexibilidad de las restricciones comienza a viajar. El Mnisterio de Turismo ha elaborado un Plan Integral de Desarrollo de Mercado de China en virtud del cual se pretende crear una política turística de promoción hacia el potencial chino. TURESPAÑA participará en varias ferias edn Hong Kong, Beijing, Shanghai, Kunming, y Cantón. La Web Oficial de Turismo de España dispone ya de una versión china.

Gastronomía
Ya se sabe: jamón, aceite, y vino junto con los toros y el flamenco son la imagen que se proyecta de España. Para que los chinos los saboreen se celebrarán catas y seminarios. Que me avisen para catar un pata negra y un albariño.

Y según organismos oficiales esto es el año de España en China. Mucho acuerdo y tratado pero poca acción, porque desde enero, en Shaghai, nanai de la china...Tal vez, esperando a que amaine el frío...

sábado, marzo 10, 2007

Futuro Vietnam




Porque los niños son el futuro Y las decisiones de los que ahora gobiernan repercutirán en su desarrollo. Si el pueblo vietnamí sobrevivió a la ocupación China, Japonesa, Francesa y Americana ojalá tambiñen sobrevivan al insaciable y violento capitalismo

jueves, marzo 08, 2007

Donde el agua se obtiene de los pozos y el arroz se recolecta diariamente

Vietnam es salvaje y feroz. Hanoi es bullicio y al noroeste de la capital:serenidad. Los asombrosos paisajes de la provincia de Hoa Binh esconden, entre las montañas sobre los valles, cinco de las 56 etnias minoritarias que viven en este país.
Sólo 150 km me separan de la aldea de Mai Chau pero la relación espacio-tiempo se dilata porque sobre las carreteras ruedan muchas motos, coches, buses, camiones y alguna bici que convierten a la circulación en un excitante desafío donde el pacto entre los vehículos es vital para que cada uno alcance su destino. Sobre la vía, de unos tres metros de anchos, está pintada, en ocasiones, una línea blanca longitudinal y continúa que se covierte en la guía cuando sendos bordes de la calzada están reservados para las motos y la cuneta para puestos de verduras.
Un trayecto movidito, como se dice cuando algún sobresalto provoca un cierre de ojos y apretón de puños.
Cuando salgo de la furgoneta, estiro mis piernas y observo los verdes campos de yuca, caña de azúcar y los infinitos arrozales que serán testigos de mi caminata.
En la aldea de Poom Coom tengo mi primer contacto con la etnia Thai y conozco a Dung que será junto con Hero (que me acompaña desde Hanoi),la brújula en mi travesía. Tras un descanso para almorzar y coger fuerzas abandono la tracción de las ruedas de la furgoneta y las sustituyo por la fuerza motriz de mis piernas. Renuncio al sedentarismo y durante tres día me convierto en nómada errante por laderas y caracol con mochila a cuesta.
No hay carretera, ahora asciendo por las mismas rutas que utilizan los miembros de la aldea Xa Linh, morada de los Thai Negros, en su búsqueda diaria de agua para recogerla en sus cestos que cargan sobre su espalda. Niños escondidos entre ramas y hojas, salen a mi paso y miran, atónitos su imagen en la pantalla de mi cámara digital. Y se ríen mientras descansan antes de continuar con el laborioso y lento proceso que supone cosechar arroz, principal fuente de economía vietnamita. Y es que arroz,se convierte en Vietnam en indicador económico. Una familia pobre será aquella que no cuenta con 13 kilos de arroz por persona. De ahí que los arrozales sea la manta que cubra a este estrecho y alargado país regado por uno de los ríos más largos del mundo: el Mekong, llamado por los vietnamitas "el río de los 9 dragones" por la cantidad de afluentes y canales en los que se divide. Piso zonas montañosas, donde pistas, en ocasiones embarradas, son las únicas vías de comunicación entre aldea y aldea. El valle invadido por campos de arroz es fango. El sistema de terrazas que se utiliza en las montañas para cultivar este cereal permite controlar las inundaciones y deslizar la tierra con ayuda de diques.
Y mientras desciendo hacia la aldea de Hang Kia habitada por la etnia Hmong Roja me cruzo con las mujeres que vuelven a casa con sus cestas sobre los hombros después de trabajar en lo arrozales. Me sorprende su vestimenta. Faldas de colores, fabricadas por ellas mismas con lino que plantan en la aldea. Una blusa negra y collares plateados que cubren casi todo su cuello y guardan al alma del cuerpo. Grandes pendientes cuelgan de sus orejas y para proteger sus piernas visten polainas, y en sus pies unas chancletas blancas. Los HMong son un pueblo muy armonioso que viven en comunidades de linajes en las que el jefe de la aldea, temprano, cuando la niebla aún cubre el valle decide sobre los asuntos comunes. Existen distintas variedades de este grupo étnico: Hmong blanco, negro,rojo y hombre Hmong que se concentran en zonas d emontañas de las provincias de Ha Giang, Tuyen Quang, Lao Cai, Yen Bai, Lai Chau, Son La, Cao Bang y Nghe An. Se calcula que son casi medio millón de personas.
Lo que más me sorprende al recorrer los caminos que separan unas casas de otras es la cantidad de niños que corren por doquier. Descalzos con las uñas negras y mocos que cuelgan de sus narices van de un lado, corriendo y un tanto desconcertados ante mi presencia.
En este aldea, el agua es una escasez, no hay río cercano y sólo Gang a Vang el jefe de la aldea posee un pozo. En su casa pasaré la noche. En su choza alargada con tres estancias viven seis personas que duermen todas sobre una tarima alargada de madera sobre la que una manta hace de colchón. Todos juntitos, tres generaciones. Cuentan con luz eléctrica pero no con agua corriente o gas para cocinar. Los alimentos se preparan sobre la brasa de unos cuantas ramas de madera arrancadas de los melocontoneros que cubren la aldea.
La niebla flota sobre las montaña y cubre el valle cuando ocurece y al amanecer y ahí sigue: diluyéndose. Testigo silencioso de los ladridos de los perros y el canto del gallo al alba.
Temprano dejo atras la aldea de los Hmong y comienzo a recorrer la senda que timidamente se abre paso entre el bosque tropical. La pista empinada y estrecha, rocosa y solitaria con troncos horizontalmente colocados que sirven como frontera y marcador de la propiedad de cada linaje, se extiende sobre toda la ladera hasta alcanzar la aldea de Tai negro.
Los Tai actualmente son más de un millón de personas que viven en las cuestas más bajas de las montañas. Este emplazamiento les proporciona acceso a agua. Son muy cordiales, más que los Hmong quizás debido a que al contar con agua viven más cómodamente. Son un pueblo antiguo principalmente agrícola. Las mujeres como en el resto de pueblo son las encargadas del cultivo, los hombres deciden pero no actúan. La adoración de los antepasados en uno de los ritos religiosos que carazterizan a esta minoría.
Aunque los Tai Negro adoran al dios de la tierra y para venerarlo construyen altares en frente de sus hogares.
Tras recorrer durante cinco horas las laderas de las montañas sin cruzarme con nada más que paisajes silvestres y naturaleza bravía donde no ha pisado la evolución industrial arribo a la villa de los Tai blanco en Van.
Mi morada es la casa de la señora Oong, que cuida y organiza la vida diaría mientras su marido está en la ciudad. Sus cabellos son negros como el azabache, sus brazos y manos largos como el cuerpo de una serpiente y su vitalidad, a pesar de sus 60 años, inagotable. Ofrece té, calienta agua en teteras de acero para que después de dos días de caminata por la montañas pueda aserame entre tres paredes de cemento con una cortina. Al atardecer cuelga mantas y lava telas y cuando termina se acicala. Cubre su cuerpo con una túnica negra hasta las rodillas y se recoge el pelo.Me contará después, mientras saboreamos vino de arroz (híbrido de aguardiente y tequila), que sólo llevan la melena suelta aquellas mujeres sin compromiso. Y continúa, moviendo sus largos brazos y manos que desde el momento en el que te casa, te atas el pelo. Las mujeres, libres de compromiso, lucen largas melenas morenas que casi cubren la totalidad de su espalda.
Las viviendas de los Tai se levantan varios metros de la superficie mediantes cuatro tabiques de madera en cada esquina. El interior se recubre con ramas de bambú tanto el suelo como las paredes y, el techo a dos aguas, se refuerza con listones de maderas. Son espacios diáfanos y volubles que se transforman según la necesidad en cada momento. A la hora de comer nos sentamos alrededor de una bandeja y para dormir una finísima colchoneta.
La provincia de Mai Chau es agnóstica. En ella viven 47.100 personas de las cuales 46.548 se declaran no creyentes. Los Tai rinden culto a sus ancestros. COnciben la muerte como un adiós provisional, una etapa donde hacia el otro mundo, en el que se reunirán de nuevo. En frente de la puerta principal de la vivienda colocan un altar con ofrendas y cuando organizan un encuentro o un banquete ningún participante se colocará de espaldas al altar.
Tras pernoctar en la aldea de Va, continúo mi travesía hacia Xam Khoe. atravesando aldeas humildes en las que sobreviven los agricultores y campesinos.
Abandono las montañas y los caminos son llanos y áridos (sensación que se tripicla consecuencia del húmedo calor).Un intento de prosperidad inunda los caminos por los que circulan jóvenes en bicicleta que van y vienen de la escuela. Dependiendo de la procedencia, algunos estudiantes pedalean o caminan 7 km. Muchos se quedarán en sus casas recolectando arroz. Del interior de las cadas suena música que se mezcla con el rugir de las motos de procedencia rusa montadas por los nuevos jovenes vietnamitas que, a ritmo de Hello!! saludan al forastero.
Caminante no hay camino se hace el camino al andar. Qué gran verdad!! Efectuando un movimiento mecánico como es el de mover un pie tras otro, he viajado en el tiempo(me atrevo a decir), en el conocimiento de las costumbres; he descubierto procesos de agricultura y he reflexionado sobre las claves del desarrollo.
Esta profunda trayectoria a través de montañas y valles, rodeada de naturaleza y exenta de tecnología es aliento para el alma y éxtasis para el cuerpo. Es simple camino, simple vida

miércoles, febrero 28, 2007

Salvaje Vietnam

No sólo sus paisajes parecen invulnerables a la evolución del hombre, también sus calles y casas vencen todo modelo impuesto por alguna de esas leyes de urbanización que sólo consiguen crear horizontes urbanitas aburridos en los que no merece la pena entretenerse. Son monoonía. Ninguna diferencia, a parte de la placa con el número de la vivienda, brota de sus fachadas.
La arquitectura de Hanoi tiene mucho de Francia aunque está impregnada de una frescura tropical que convierte a las Pho(calle en vietnamí,)en un sainete visual de colores y formas, con el único rasgo común de la estrechez de los inmuebles; y es que, el ayuntamiento cobra por tramo de ocupación vial, por lo que no es extraño encontrar frentes de menos de cuatro metros de ancho.
El vietnamí es salvaje cuando conduce, cuando vende, mientras vive. Salvaje porque vive hacia afuera, sin la presión de los roles de la sociedad que se empeñan en crear micromundos individuales en los interiores de las viviendas, haciendo de la vía un mero tránsito para trasladarse de una a otra cueva. En Hanoi se vive en la calle. Todo transcurre en el exterior, con la brisa pegajosa de los vientecillos tropicales, bajo los rayos tímidos del mes de febrero, y el sonido, casi mudo por las bocinas de las motocicleta, de los pájaros. Es energía, fuerza y espíritu, es vida. La ciudad donde nada ni nadie se para, donde no se desmontan de la moto para comprar el pan en puestos ambulantes ni para disfrutar de la actuaciones conmemorativas del Año Nuevo en los escenarios levantados para la ocasión cerca del Lago Hoan Kiem.
En una ciudad de entre tres y cuatro millones de habitantes, se calcula que diariamente circulan dos millones de motocicletas, unos pocos coches y unas cuantas bici-carros tirados por vietnamitas para disfrute del presuntuoso turista que prefiere ir cómodamente sentado, con cámara de video en mano, a esquivar el gentío y los montones de puestos que se amontonan diariamente en las calles, convirtiendo un simple paseo en busca de tabaco en una auténtica prueba de obstáculos, obligada y excitante.
La llaman la ciudad de los lagos donde las aguas serenas de sus lagunas neutralizan el bullicio de la superficie. Y es que basta con sentarse a la veira de la charca Hoan Kiem, cuando atardece, para contagiarse de la oscuridad y el misterio de la quietud de sus aguas e imaginarse, como cuenta la leyenda, a una gigantesca tortuga emergiendo de la profundidad del manantial para arrebatar al emperador Le Loi la espada con la que venció a la ocupación China y logró, tras diez años de cruel lucha, la indepencia de Vietnam en el siglo XV.
Hanoi es venta ambulante, mercancías que diariamente se expande por doquier, calles repletas de zapatos que se amontonan en las aceras; lonjas donde puedes comprar verduras, frutas, especias, hortalizas, pescados, carnes.Puestos de telas donde puedes confeccionarte un Ao Dais, el tradicional vestido de seda, largo y entallado, con aberturas laterales que las mujeres vietnamitas lucen, con orgullo, sobre pantalones.. Todo este alboroto ruge en el enredo de calles que componen el Barrio Viejo al norte del lago Hoa Kiem. Durante la época colonial, el nombre que se le daba a la calle se correspondía con el género con el que se comerciaba. Aquí, todas las avenidas se llaman Hang que significa, mercancía. Una de las pocas calles donde hoy se vende lo que indica su nombre es Pho Hang Gaio Calle de la Seda, que cruza longitudinalmente la teleareña de estrechas callejuelas en las que aparte de comprar puedes comer sentado sobre taburetes azules de plásticos que se apilan y desgajan según el número de comensales. Los fogones, nuevamente se amontonan en las esquinas. Una de las especialidades que se degustan en Pho Hang Cha Ca es un plato elaborado con un pescado autóctono, lang.
Aunque sólo sea para verlo con tus ojos, no puedes irte de Hanoi sin ver, ya no digo probar, uno de los platos que se consideran delicatessen: perro. Guauuuurgggg. En otro mercado, a tan sólo cinco minutos en motocicleta del Barrio Viejo, está Cho Am Phu o el llamado Mercado de los Muertos porque durante la persistente colonización de Indochina y la fuerte hambruna que produjo, aquellos que nada tenían se reunían alrededor de esta callejuela, y al alba se recogían los cadáveres de los que no sobrevivieron la noche. Hoy es un mercado, que puede provocar arcadas al recorrerlo, pese a que es tan sólo una hilera de unos doce puestos tanto a la derecha como a la izquierda y otros tantos en el centro en los que, nuevamente, verduras, carnes, pescados y frutas se exponen sobre mesas de madera donde, parece, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que se pasó la balleta. A paso rápido lo recorres en cinco minutos ida, y dos y medio la vuelta. Y por el camino, perros asados cual cordero, con las patas hacia arriba y el rabo tieso, escapando del ojo curioso de mi cámara.
Y para escapar del asfalto, un viaje en minibus hacia el mar del sur de China, al golfo de Tonkin donde se ubica la bahía de Halong. Menos de 200 km separan a la capital de Vietnam de esta maravilla natural, pero la relación espacio-tiempo se desfasa sustancialmente consecuencia de la bravía social que aún bivra por sus caminos. Nada de grandes autovías por las que vuelen coches. Conducir por las carreteras de Vietnam supone armonizar con todos los objetos rodantes (bicis, motos, carros, coches, camiones, buses...)y transeúntes (vendedoras de chubasqueros, puestos de frutas y hortalizas, barracas con agua y refrescos) la velocidad media de crucero para repartirse (me he rallado). Qué cuanta gente, que menudo caos, pero todos llegan donde quieren.
Siguiendo el curso del Río Rojo hasta su desembocadura en el Mar del Sur de China te sumerges en las mágicas aguas de la bahía sobre las que flotan unos misteriosos islotes que despuntan en el horizonte; masas de roca caliza que caprichosamente se han formado y son paisaje onírico magia y belleza percibida visualmente que trasciende y se convierte en ensueño.

Y China se convirtió en una potencial amenaza para la paz

 Hacía muchísimo, mucho, muchísimo que no caía por aquí, sin embargo, el motivo lo merece. Mi querida China es una amenaza, dicen los miemb...