Nunca me han hecho gracia los ránking o listas que tratan de
clasificar la vida. Que si las diez cosas que deberías hacer antes de cumplir
los 30, los diez hoteles en los que tienes que dormir antes de casarte… y así
hasta lo imaginable. Pero hoy me fijo en
una de esas listas endiabladas.
Un estudio de la revista Lancet señala que el China lidera el ránking en cuanto a número total de obesos es China, seguido por
Estados Unidos. En la nación asiática hay 43,2 milllones de hombres obesos y
46,4 millones de mujeres con sobrepeso.
China, un país que hasta hace pocas décadas tenía problemas
para alimentar a gran parte de su población, observa con preocupación cómo el
sobrepeso y la obesidad se han convertido en males emergentes.
Y es que los chinos cada vez pesan más, concretamente una
media 3,5 kilos más que hace una década los hombres y 2,9 kilos más las
mujeres, según la Comisión Nacional de Salud y Planificación
Familiar.
Entre los motivos que apuntan los expertos para explicar
este alarmante aumento está la alimentación y maldita globalización. Patata
fritas, hamburguesas, pasta… La alimentación tradicional china, rica en
hortalizas, es cada vez más abandonada en beneficio de un régimen más abundante
en carnes, grasas y azúcar y más pobre en fibras, que ha pasado a ser signo de
una progresión social y económica.
Y si a ellos le sumamos, el sedentarismo, la vida frente a
un ordenador y poco ejercicio, tenemos un cóctel molotov que está detrás del
aumento de los obesos en el país. Es por ello, que cada vez son más comunes los
campamentos dirigidos a niños, en los que se les enseñan hábitos alimenticios
sanos y a crear una rutina saludable para el resto de sus vidas.
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