Amanece que no es poco

Ante mi lecho un charco de luz
¿La escarcha cubre la tierra?
Levanto los ojos y contemplo la luna
Bajo la cabeza, y pienso en mi hogar
Li Bai
Pensamiento en la noche serena



EN la era de la Dinastía Tang aparecen los que son considerados Poetas Inmortales de China y Li Bai es maestro de todos ellos. Recordado como tantos otros poetas malditos por hacer del licor su fuente de inspiración también las forms extravagantes y cimas desuasadas de la imponente montaña Huangshan estimularon los versos del poeta. Dicen, que en sueños, el poeta voló hasta un lugar hermoso donde una pluma sentada sobre una nube se elevaba en el mar. Pensó que si agarraba la pluma tomaría la tierra como tintero, el agua del mar como tinta y el cielo como lienzo para exaltar los hermosos paisajes del mundo. Recorrió todas las montañas de China hasta llegar a HuangShan donde se topó con el lugar de su sueño.

Huang Shan es uno de los cinco montes sagrados. Situada en la provincia de Anhui a menos de 500 km de distancia de Shanghai. Está formada por 72 picos alcanzando el más alto 1864 metros. Es un paraje natural montañoso y mágico porque la niebla que contantemente abraza los picos rocosos dibuja paisajes diferentes al ritmo de los vientos del sureste. ENtre sus caminos y elevaciones brotan más de 800 árboles antigus de los que unos cien son milenarios. Todos ellos han sido minuiciosamente catalogados por el gobierno chino que anualmete realiza un minuicioso seguimietno de la flora del lugar con el fin de perservar su encanto.

Huang Shan sino fuera por los miles de turistas que la invnden diariamete es silencio. La estampa natural sólo se ve machacada por la huella humana en forma de complejos hosteleros que sirven de guarida para los que los miles de turistas que la invaden diariamente. Aunque son pocos, los hoteles me refiero, porque nunca la salida del sol se vio tan incomodada por semejante número de testigos
Perderse entre el misterio de la naturleza puede ser difícil si imitas el ritmo natural del sol porque son el atardecer y el amanercer el pasatiempo de todo aquel que sube. Consejo: tómate un respiro para escuchar y sentarte, paa simplemente observar el baile de las hojas que cuelgn de las ramas y el trampolín de saltos que ofrece la niebla que redescubre imágenes mientras trota de cumbre en cumbre.