El temblor duró casi dos minutos

Vivo en Long Quang un pueblecito a escasamente una hora de Chengdu y a 93 km de distancia de Wenchuan donde se ha establecido el epicentro del seísmo. Trabajo como profesora de inglés.
La hora de la siesta es una costumbre muy arraigada en China y a las 2.30 de la tarde de un lunes aparentemente normal, en el que sólo un cielo gris y pesado presagiaba una tormenta de agua, nadie se imaginaba la forma que adoptaría la madre naturaleza para mostrarse.
Ayer a poco a poco reanudábamos nuestra actividad diaria. En el interior de la escuela, una casa de tres pisos, sonaba como de costumbre música para despertar a los chiquillos. De repente, el suelo vibró levemente y al segundo se convirtió en una sacudida constante que duraría casi dos minutos. El desalojo del edificio fue inmediato. Los niños bajaban las escalares, tropezándose en ocasiones con los escalones mientras la puerta principal que es de cristal se tambaleaba y amenazaba con romperse en cualquier momento. Muchos de ellos salieron semidesnudos, llorando y gritando mientras observaban como el edificio que está en frente de la escuela se meneaba.
Fueron dos minutos intensos en los que no hubo que lamentar ni daños materiales ni personales. En este pequeño pueblo, los destrozos no son muy alarmantes, tan sólo alguna grieta en las fachadas de los edificios pero la rutina diaria se ha visto sacudida por este acontecimiento.
Anoche cientos de personas pernoctaron en la intemperie y aunque sólo en un par de edificios se ha prohibido la entrada, la población prefiere permanecer en el exterior de los edificios.
Hoy, ya 24 horas después de la tragedia, no se puede decir que sea la normalidad lo que predomine en la atmósfera.
Cualquiera que conozca China, sabe de sobra que la actividad no cesa, sólo durante la festividad de Año Nuevo se cierran los comercios. Hoy en las calles de Long Quang las puertas metálicas están echadas en todos los establecimientos. Y en algunas tiendas el suministro escaseaba a primera hora. No se sabe con exactitud que es lo siguiente, se rumorea que durante las próximas horas nuevas réplicas sacudirán la zona. Hacia las 3 del mediodía un pequeño temblor que duró escasos minutos volvió a alarmar a los vecinos de la provincia. Y la lluvia no cesa. Desde el gobierno solo se pide calma y se dictan algunas normas para que la anormalidad no repercuta en los precios y medios de transporte.

Esta noche en los medios de comunicación se insiste en que puede suceder réplicas en cualquier momento, incluso pueden ser de mayor intensidad. La lluvia ha sido contante durante todo el día, algunos de los vecinos de mi comunidad prefieren dormir en la calle que en su hogar. A eso de las 11 de la noche, nos avisado de l posibilidd de una nueva réplica. También se alertaba de que la posibilidad de un temblor por la mañana. Yo no he sentido nada pero antes de acostarme he preparado una maleta. EN su interior: mi pasaporte, la cámara, dinero en efectivo, agua, el paragüas, las botas y unos calcetines...En esta ocasión estamos preparados.

Sobre la información decir que es constante. En la televisión y en la radio el segui iento del sucesos es absoluto y los datos sobre la ayuda y la evacuación de los afectados son muchos.
EL Primer Ministro Wen Jiabao acudió a la zona devastada la noche del suceso y es considerado por todos un gran político. Las fuerzas armadas desplazadas a la zonas son miles aunque el acceso hasta el epicentro es limitado, tan sólo mediante paracaidas se consigue entrar en Wenhua. La prioridad del gobierno es recuperar la normalidad lo antes posible aunque será difícil. Esta tarde ha cundido el pánico en Long Quang. Se ha filtrado la noticia de que se iba a cortar el suministro de agua y el efecto pánico ha inundado a todos que como poseídos por el miedo han saqueado las tiendas y han terminado con todo el sumistro de agua y noodles instantáneos. Se ha confirmado que era una falsa alarma. Mañana por fin, mi escuela vuelva a abrir.