viernes, mayo 16, 2008

Casas varias



Si decides viajar a la montaña amarilla, posiblemente la base de tu campamento sea la tranquila villa de Tunxi. Allí, hallarás un buen lugar para recuperarte de las agujetas contraías durante la bajadas de escalones que componen el descenso de la montaña.
Una aclaración previa, para no caer en la confusión. Huangshan es la capital de la provincia de Anhui y recompone de 4 ciudades y tres distritos, Tunxi es uno de los distritos y el más interesante porque en él están las estaciones de tren y autobús, el aeropuerto.
El distrito está geográficamente muy bien situado, de manera que el acceso a todos los puntos interesantes de la ciudad es muy accesible.
La ciudad es fácil caminar y recorrer todas las Teahouses en búsqueda de aquel brebaje mágico que alivie el sufrimiento de tu cuerpo es un interesante pasatiempo que a la par que saludable es gratis. La cata de té es entrar en las tiendas y mientras charlas con su dueño, saboreas las múltiples variedades que te ofrece mientras charlas sobre el bellísimo amananecer sobre la montaña amarilla y lo agotador que es su descenso.
Pero los paseos por las calles de Tunxi son para el atardecer. El día es para recorrer las calles de la ciudades antiguas y disfrutar de su característica arquitectura utilizada durante el reinado de la Dinatía Ming.
Para acceder hasta las villas es inevitable utilizar el transporte público, ya sea de manera burgués o como el pueblo mediante varios furgos taxi! En este punto debo aclarar de que se trata este tipo de tranporte tan cómodo y barato globalmente utilizado en China. Son minivans sucias y antiguas, siempre repletas de gente que recorren las distancia entre dos puntos. SU precio es menor que el del bus oficial y en ocasiones son la única alternativa al taxi. Se estacionan en las paradas de autobuses y normalmente van buscando gente entre las inexistentes paradas de furgos taxi que mira tú que casualidad, suelen ser la misma que los taxis. Es normal que quien cheuqea los tickets se desmonte del vehículo en zonas concurridaas para ofrecer su servivio. Y una adevertencia, la mini van no se mueve hasta que no esté el vehículo casi al 100% de su capacidad, por lo que otra vez, no se olvide de la madre paciencia y piense que es normal, esperar media hora antes de arrancar. Pero me pregunto yo ¿acaso no tiene el checking el avión???
Pero volvamos a las villas!
Para alcanzarlas es obligatorio montarse en un mini van para llegar hasta YI XIAN y desde allí buscar otro que te lleve a Congcun o a Tunxi, que son el nombre de dos de las villas. Desde Tunxi es como dos horas de interesante viaje no sólo por el paisaje sino también por los personajes y situaciones con las que te atopas.
El paisaje lo componen fondosas árboladas que parecen pelearse por encontrar espacio entre la telaraña de ramas y copas de hojas que inundan las montañas. Lo de podar los árboles no se conoce y el efecto es un paiaje espeso y verde cual bosque encantando que a saber que esconde en su interior. Salvaje.
Mientras circulas por la carretera dejas atrás villas en las que los campos de arroz son el sustento de familias. Todo es verde. Verde bambú, verde pino, verde oscuro.....
En nuestro camino, pintaban las líneas de la carretera...No máquina más que la humana. No reglas más que el pulso de la mano que bota la pintura sobre la carretera. Mágnifico.
Y volviendo a lo que es nuestro destino...Siguiente parada, la vila de Yixian.
Desde allí es necesario montarse en otra minivan o minicoche o cualquier vehículo motorizado para alcanzar la villa de Congcun.
Es una villa rural construida durante el reinado de la Dinastía Qing, último regimen feudal de China. La villa se construye alrededor de un estanque artificial y crece hacia el río. Las arquiectura de la aldea y por extensión de los primeros años de la época Qing se compone de casas bajas flanqueadas por dos mediante los cuales se acceden directamente a las habitaciones. Mediante dos tragaluces se soluciona la iluminación del hogar. Al sur se encuentra un patio y al norte la cocina. Se sustenta la estructura mediante columnas cuadradas y ornamentación sobria que le da un aspecto de simpleza. Los materiale sutilizados son madera y piedra. Los habitantes de Congcun viven de las visitas a la ciudad por lo que en el interior de las calles las casas se han convertido en escaparates de recuerdos de artesanía, puestos de dulces y casas de té. Pero la ciudad es un laberinto de calles en las que mientras paseas aún s epuede observar la vida apacible de la que disfrutan sus habitantes. Para lavar la ropa utilizan un antiguo sistema de administración de agua que toman del río y recorre todas las casas para facilitar el abastecimiento a todos sus habitantes. Es relajante pasear por sus calles porque parece que el tiempo se haya detenido, aunque el pago un ticket de entrada te recuerda lo que es, otra mera actividad lúdica festiva.

No hay comentarios:

Y China se convirtió en una potencial amenaza para la paz

 Hacía muchísimo, mucho, muchísimo que no caía por aquí, sin embargo, el motivo lo merece. Mi querida China es una amenaza, dicen los miemb...