Si decides viajar a la montaña amarilla, posiblemente la base de tu campamento sea la tranquila villa de Tunxi. Allí, hallarás un buen lugar para recuperarte de las agujetas contraías durante la bajadas de escalones que componen el descenso de la montaña.
Una aclaración previa, para no caer en la confusión. Huangshan es la capital de la provincia de Anhui y recompone de 4 ciudades y tres distritos, Tunxi es uno de los distritos y el más interesante porque en él están las estaciones de tren y autobús, el aeropuerto.
El distrito está geográficamente muy bien situado, de manera que el acceso a todos los puntos interesantes de la ciudad es muy accesible.
La ciudad es fácil caminar y recorrer todas las Teahouses en búsqueda de aquel brebaje mágico que alivie el sufrimiento de tu cuerpo es un interesante pasatiempo que a la par que saludable es gratis.
Pero los paseos por las calles de Tunxi son para el atardecer. El día es para recorrer las calles de la ciudades antiguas y disfrutar de su característica arquitectura utilizada durante el reinado de la Dinatía Ming.
Para acceder hasta las villas es inevitable utilizar el transporte público, ya sea de manera burgués o como el pueblo mediante varios furgos taxi!
Pero volvamos a las villas!
Para alcanzarlas es obligatorio montarse en un mini van para llegar hasta YI XIAN y desde allí buscar otro que te lleve a Congcun o a Tunxi, que son el nombre de dos de las villas. Desde Tunxi es como dos horas de interesante viaje no sólo por el paisaje sino también por los personajes y situaciones con las que te atopas.
El paisaje lo componen fondosas árboladas que parecen pelearse por encontrar espacio entre la telaraña de ramas y copas de hojas que inundan las montañas. Lo de podar los árboles no se conoce y el efecto es un paiaje espeso y verde cual bosque encantando que a saber que esconde en su interior. Salvaje.
Mientras circulas por la carretera dejas atrás villas en las que los campos de arroz son el sustento de familias. Todo es verde. Verde bambú, verde pino, verde oscuro.....
En nuestro camino, pintaban las líneas de la carretera...No máquina más que la humana. No reglas más que el pulso de la mano que bota la pintura sobre la carretera. Mágnifico.
Desde allí es necesario montarse en otra minivan o minicoche o cualquier vehículo motorizado para alcanzar la villa de Congcun.
Es una villa rural construida durante el reinado de la Dinastía Qing, último regimen feudal de China. La villa se construye alrededor de un estanque artificial y crece hacia el río. Las arquiectura de la aldea y por extensión de los primeros años de la época Qing se compone de casas bajas flanqueadas por dos mediante los cuales se acceden directamente a las habitaciones. Mediante dos tragaluces se soluciona la iluminación del hogar. Al sur se encuentra un patio y al norte la cocina. Se sustenta la estructura mediante columnas cuadradas y ornamentación sobria que le da un aspecto de simpleza. Los materiale sutilizados son madera y piedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario